Adagio

Un adagio en el ámbito de la lingüística proviene del latín, haciendo referencia a los refranes cortos y de fácil memorización que son implementados o aplicados en distintas situaciones que vive un individuo, son pequeñas frases ricas en humor o ironía que pueden ser aplicadas en vivencias suscitadas en varias etapas en la vida de un ser humano, un ejemplo de esto sería: “más sabe el diablo por viejo, que por diablo”, haciendo referencia que las personas mayores debido a su experiencia y años vividos tienden a tener más inteligencia a la hora de actuar en distintas ocasiones.

Otro ejemplo a mencionar seria “el niño que llora y la mama que lo pellizca”, en donde se hace énfasis en una relación madre e hijo en donde existe mucho la alcahuetería y consentimiento por parte de la madre hacia el hijo; “más vale pájaro en mano, que cien volando”, refrán utilizado para indicar que es mejor ir por lo seguro que apostando a lo desconocido. Así muchas frases pertenecientes a una larga lista de consejos otorgados para cada ocasión, sirviendo como guía para la correcta toma de decisiones.
A su vez, cuando la palabra adagio es proveniente de la tierra italiana, posee un significado totalmente distinto. Esta palabra puede significar la utilización específica de un tempo en especial para el desarrollo de una pieza musical. Un tempo es la velocidad a la cual es ejecutada una composición de forma completa, el tempo completado para considerarlo como un “adagio” entre sesenta a setenta y dos negras por minutos, eso quiere decir, que habrá muchos silencios que estarán ubicados en varios intervalos. La nota musical “negra”, están representadas por un cabezal totalmente rellenado de color negro motivo por el cual se deriva su nombre, la pica que acompaña esta nota estará dibujada según como se desarrolle la nota, es decir, de acuerdo a la ubicación en la composición a su duración, la nota negra tendrá un pico en el lado derecho o izquierdo, hacia arriba o hacia abajo.
En el progreso de una melodía generalmente los adagios se presencian en el segundo o tercer movimiento de una sinfonía, la duración del mismo es muy variable de acuerdo al tipo de composición: en la música antigua poseía una duración de 54 negras en cada minuto, mientras que en las partituras actuales va de 62 a 72 negras por minuto, en cambio que a las melodías clásicas se aplican al gusto del compositor.