Alfa y Omega

Los términos alfa y omega son vocablos del alfabeto griego que significan el principio y el final de algo. En el contexto religioso esta expresión se encuentra directamente vinculado con la figura de Dios ya que Él es el principio y el fin de todo lo que existe. En las santas escrituras, específicamente en el libro del apocalipsis se menciona la expresión alfa y omega de la siguiente manera: “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último”.

Ahora si se analiza por separado cada palabra, se puede decir que el alfa es la primera letra del alfabeto griego. Su nombre proviene de una letra fenicia llamada “alp buey”. La letra alfa es el equivalente de la A del alfabeto latino. Por ser alfa la primera letra del alfabeto es que se le considera como el inicio o principio de algo. El alfa se encuentra simbolizada como una cabeza de buey inversa.
Por su parte el omega representa la letra que ocupa el último lugar en el alfabeto griego, su figura es semejante a la O, con la diferencia de que presenta una abertura en la parte de abajo. Por ser la última letra del alfabeto, muchos la consideran simbólicamente como el final de algo. La letra omega es el equivalente a la Z del alfabeto latino.
Regresando de nuevo a la connotación religiosa que le otorga la comunidad cristiana a esta expresión, se puede decir que todo cristiano tiene conocimiento de que estas letras simbolizan a tanto a Dios como a Jesús, demostrando que Ellos son uno solo.
Jesucristo es Alfa porque es el Rey y Señor, por lo tanto merece todo el honor y toda la honra. El dirige el destino de la humanidad; y como Alfa se hace merecedor de obediencia y alabanza por parte de sus hijos.
Pero así como es alfa, también es omega, ya que a pesar de su divinidad, llegó a este mundo adoptando una forma humana, para de manera voluntaria entregar su vida por toda la humanidad. Como omega Dios no recibió ningún honor, todo lo contrario, fue vejado y torturado, hasta sentenciarlo a muerte.