Los almacenes son lugares en los que se resguardan una serie de objetos o bienes, con el fin de resguardarlos de los daños del mundo exterior. Estas infraestructuras son de vital importancia para aquellos que se dediquen a actividades económicas diversas, como la agricultura, avicultura, minería, producción industrial, transporte de objetos, importadores, exportadores e intermediarios. Estos son bastante habituales y, la mayor parte del tiempo, están destinados a albergar el producto en una determinada fase de producción. Cuando se trata de establecimientos dedicados al transporte, como los aeropuertos y puertos, generalmente se emplean con el fin de guardar las pertenencias de los pasajeros o los bienes que son importados.
Los almacenes, generalmente, cuentan con un gran tamaño; el suficiente para que pueda cómodamente retener los productos para los que se construyó. Se ubican en zonas industriales, realmente cerca de las compañías, para que el transporte de los productos sea mucho más corto. Como se mencionó anteriormente, los almacenes pueden albergar la materia prima, el producto semiterminado y el producto terminado; de esta forma, sirven como una especie de estación intermediaria, después de la que se llevará el insumo a ser completado o, de acuerdo al caso, distribuido.
Para ser llevado hasta el almacén, se disponen de carretillas elevadoras y frontales, así como transpaletas, para manipular la mercancía. En contraste con las necesidades del equipo de almacén, se puede utilizar grúas. Una pasada la recepción, el producto es colocado en los stocks o estanterías, para luego preparar los pedidos y finalmente entregar. Durante esto, se realizan inventarios para tener un control sobre los insumos expedidos.