También conocida como Amiba, se trata de un protozoo, es decir, un organismo que cuenta con un tamaño microscópico, poseedor de una sola célula o un conjunto de células idénticas.
Las amebas o amibas, son además organismos pertenecientes al reino protista y a pesar de ser eucarionte, no hace parte de una clasificación animal, planta u hongo.
Se caracterizan por ser unos organismos de forma cambiante, ya que no poseen una pared celular. Éstos pueden ofrecer unos aspectos morfológicos muy distintos a lo largo de su ciclo biológico, los cuales dependen (frecuentemente) de las condiciones físico-químicas del ambiente en el que se encuentran. Ese continuo proceso de deformación, es un obstáculo prácticamente inevitable para las amebas y su estudio, el cual ha generado mucho inseguridad en los protozoólogos que han dedicado su tiempo al estudio de este importante grupo de organismos.
Las amebas son rizópodas, lo que significa que para lograr movilizarse y alimentarse emiten seudópodos (tentáculos conocidos como falsos pies), para alcanzar la fagocitosis, mediante la ingesta de plantas y animales microscópicos, bacterias u otras células.
En cuanto a su reproducción, éstas la realizan de manera asexual o sin necesidad de contacto sexual con otra especie. Al alcanzar su madurez, realizan una fusión binaria, en la que el material genético se duplica mientras la ameba se extiende, mediante la mitosis, lo que en otras palabras quiere decir que la ameba se divide en dos.
Existen muchas especies y géneros de amebas o amibas, las cuales se pueden clasificar en dos grupos: de vida libre y parasitarias.
Las amebas de vida libre viven en el agua o en la tierra, comúnmente en lugares donde la vegetación se encuentre en descomposición.
Las amebas parasitarias, pueden ubicarse parasitando el intestino del hombre o de los animales. Dentro de este grupo se encuentra la Entamoeba Histolytica, causante de la amebiasis, una enfermedad que causa diarrea, lesiones en el colon y el hígado, causando incluso en ocasiones el fallecimiento del ser humano infectado.
Esta enfermedad parasitaria es la tercera más importante en todo el mundo, en cuanto a número de contagios se refiere, pudiendo adquirirse mediante consumo de agua o alimentos contaminados por amebas y/o a través del contacto con una persona infectada.