Es la acción de aumentar el tamaño de un objeto, o hacer que este multiplique su duración. Es utilizada en muchas áreas, como el arte, en donde los elementos aumentan su volumen de manera significativa para dar sentido a algo; el volumen, por ejemplo, es una técnica utilizada para hacer que las obras no sean bidimensionales, lo contrario, que sean volumétricas; para ello se utiliza la ampliación, en las pinturas, dando más tamaño a los elementos más próximo y menos a los más lejanos.
En el ámbito fotográfico, es una copia de tamaño más grande que el negativo que ésta posee; esto se logra mediante una máquina llamada “ampliadora”, que es un proyector de transparencias utilizada en los laboratorios fotográficos para realizar una ampliación, está compuesta de: una fuente de luz, un condensador o difusor que la ayuda a disminuir el negativo de la fotografía, un filtro que permitirá variar los colores que son percibidos según la temperatura (a causa de la luz proyectada por el mecanismo), un porta negativos en donde los negativos extraídos se mantengan planos entre las dos superficies de cristal y un objetivo, es decir, el artefacto que contiene los diferentes tipos de cristales que pueden captar una película o fotografía. En la fotografía digital es mucho más fácil realizar una ampliación, pues éste se ve determinado por los pixeles.
En la electrónica se aplica el término para la ampliación de los circuitos eléctricos o etapas del mismo, es decir, que sólo se amplían ciertas áreas para mejorar o intensificar su poder. Esto se hace posible por los amplificadores electrónicos, los cuales aumentan la señal desde el principio, pero esta se recibe al final. Existen 5 clases de ellos, van desde la clase A hasta la D, además de E, H y G, pero estas no están estandarizadas.