Antiretrovirales

Los fármacos antirretrovirales aparecieron por primera vez en los años ochenta con el objetivo de detener que el VIH, el virus que causa el SIDA, se multiplique en el cuerpo. No matan el VIH, pero ayudan a prevenir el debilitamiento del sistema inmunológico. Es por eso que su uso es fundamental para aumentar la esperanza de vida y la calidad de vida de las personas con SIDA.

Desde 1996, Brasil ha proporcionado gratuitamente la medicación contra el SIDA a todos aquellos que necesitan tratamiento. Según datos del Ministerio de Salud, unas 200.000 personas reciben regularmente medicamentos para tratar la enfermedad. Actualmente hay 19 medicamentos antirretrovirales divididos en cinco tipos:
Las diferentes clases de medicamentos antirretrovirales que existen son:
Nucleoside Reverse Transcriptase Inhibitors: actúan sobre la enzima transcriptasa inversa, incorporándose a la cadena de ADN que el virus crea. Terminan la cadena y así evitan que el virus se reproduzca. Los fármacos de esta clase incluyen: Zidovudina, Abacavir, Didanosina, Stavudina, Lamivudina y Tenofovir.
Inhibidores no nucleósidos de la transcriptasa inversa: bloquean directamente la acción de la enzima y la multiplicación del virus. Los fármacos de esta clase incluyen: Efavirenz, Nevirapina y Etravirina.
Inhibidores de proteasa: actúan sobre la enzima proteasa, bloqueando su acción e impidiendo la producción de nuevas copias de células infectadas por el VIH. Los fármacos de esta clase incluyen: Amprenavir, Atazanavir, Darunavir, Indinavir, Lopinavir / r, Nelfinavir, Ritonavir y Saquinavir.
Los inhibidores de la fusión: previenen que el VIH entre en las células CD4 sanas, de modo que no pueda reproducirse. Drogas en esta clase: Enfuvirtide.
Inhibidores de la integrasa: bloquean la actividad de la enzima integrasa, que incorpora el VIH en el ADN humano (el código genético de la célula). De esta manera, inhibe la replicación del virus y su capacidad para infectar nuevas células. Medicamentos de esta clase: Raltegravir.
Con el fin de combatir el VIH, una combinación de al menos tres medicamentos antirretrovirales (ARV) debe ser utilizado, dos de los cuales deben ser de diferentes clases. Se pueden combinar en una sola tableta. El tratamiento ARV es complejo, requiere un seguimiento médico para evaluar la adaptación del cuerpo al tratamiento, sus efectos secundarios y posibles dificultades para seguir las recomendaciones del médico, es decir, adherirse al tratamiento. Por esta razón es fundamental dialogar con el equipo de atención médica, entender todo el régimen de tratamiento y asegurarse de que cualquier pregunta que pueda haber respondido.