Aripiprazol

El Aripiprazol es una droga antipsicótica que se emplea con regularidad para tratar enfermedades mentales severas como la esquizofrenia (problemas para relacionarse con el entorno y llevar a cabo actividades rutinarias), la depresión (decaimiento emocional y tendencias suicidas), la bipolaridad (trastorno maníaco-depresivo que consiste en violentos cambios de ánimo), el autismo (problemas de aprendizaje y relación con el mundo exterior).

Es un medicamento bastante común y, en los últimos años, ha desencadenado una serie de investigaciones que buscan determinar cuáles son sus efectos secundarios. Es recomendada, en la mayoría de los casos, bajo condiciones muy específicas, pues, en adultos mayores con demencia hay altas probabilidades que cause la muerte mientras se sigue el tratamiento, en algunos casos puede causar tendencias suicidas en las personas diagnosticadas con depresión. De igual forma, puede incrementar el riesgo de desarrollar diabetes o enfermedades similares en las personas con esquizofrenia. También pueden aparecer síntomas de rechazo como dolor de cabeza, somnolencia, mareos al levantarse muy rápido, aumento del apetito, inflamación de las articulaciones, convulsiones y urticaria.
Los consumidores de esta medicación han reportado conductas extrañas cuando estos seguían el tratamiento cuyo protagonista era el aripiprazol, como lo son asistir a fiestas, ingerir drogas y bebidas alcohólicas y apostar. Según los testimonios, después de esto, no podían recordar gran parte de lo que habían hecho. Las empresas dedicadas a la producción de esta medicina se dieron la tarea de investigar a fondo lo que ocurrió y dieron con que, entre los efectos secundarios de esta droga atípica, se encontraba la pérdida del autocontrol, lo que se reduciría a la satisfacción de las necesidad e impulsos más primitivos del cerebro, los que no serían calmados por la influencia del Aripiprazol en el organismo.