Es el uso de extractos vegetales con fines terapéuticos y relajantes. Las sustancias aromáticas utilizadas durante el proceso, son aceites esenciales, los cuales pueden ser ingeridos (aunque, no todos pueden serlo), inhalados o aplicados en cierta zona del cuerpo.
El término se remonta a palabras griegas como “aroma”, término que sigue siendo utilizado hoy en día como sinónimo de olor, al igual que “therapeia”, referente a la sanación o atención. Dentro los estudios que se realizan en ésta técnica de medicina alternativa, se encuentra el análisis del comportamiento bioquímico de las moléculas de las esencias, como complemento para el aprendizaje de las propiedades medicinales de las mismas y la clasificación que se les pueda dar de acuerdo a los problemas que puedan sanar.
René-Maurice Gattefosé fue un químico francés prominente, quien utilizó por primera vez el término “aromaterapia”, luego de haber experimentado con las propiedades del extracto de lavanda, colocándolo sobre una quemadura en su mano, ocurrido en accidente en su laboratorio. Muchas culturas importantes, desde la antigüedad, utilizaban líquidos con aromas agradables para ofrecer masajes o darse baños con ellos; como lo hacían los soldados, ya que sentían que los mantenía fuertes; algunos registros históricos detallan el uso de los aceites esenciales durante la peste que se manifestó en el siglo XIV, además de que, con la llegada de las cruzadas a occidente, la costumbre se fue extendiendo mucho más.
Hoy en día, las fragancias utilizadas para la aromaterapia son fabricadas con químicos alterados y unidos, los cuales emanan un olor similar al de algunas flores, plantas o frutos. Según estudios científicos, los aromas pueden desencadenar sentimientos o recuerdos, de allí el sentir reconfortante que puede experimentar un individuo al momento de realizar la terapia de relación.