Asperger

Este es un trastorno muy frecuente del desarrollo cerebral (de 3 a 7 por cada 1,000 niños de 7 a 16 años), que tiene una mayor incidencia en niños que en niñas. El término síndrome de Asperger fue propuesto por Lorna Wing en 1981, en honor del pediatra y psiquiatra Hans Asperger.

Los seres humanos que no sufren este trastorno logran notar las emociones de otras personas, lo que se conoce como empatía. Esta interpretación surge de un tipo de análisis del lenguaje del cuerpo y las condiciones del entorno. Los que tienen síndrome de Asperger, por otro lado, no tienen esta capacidad y, por lo tanto, no son empáticos.
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Aunque la causa de este problema no es bien conocida, la investigación ha demostrado que hay cambios estructurales y funcionales en los cerebros de estos niños, incluso hay una mayor predisposición a sufrir si hay otros miembros de la familia con el trastorno que puede estar relacionado con un factor hereditario.
Al llegar a la edad adulta estos niños tienen posibilidad de lograr una vida normal e independiente con un buen desempeño en su trabajo, para ello es necesario contar con el apoyo y la educación adecuados, así como con el entrenamiento constante en habilidades sociales, terapia del lenguaje, integración sensorial para desensibilizar desde hiperreactividad a estímulos y terapia cognitivo-conductual.
Las características y habilidades más comunes en términos de comunicación son las siguientes:

  • Por lo general, no te mira a los ojos cuando te habla.
  • Interpreta frases literalmente.
  • Usted cree lo que le dicen incluso si es una locura.
  • No entienden las ironías (no te gustan los helados), los dobles sentidos o los sarcasmos.
  • Al hablar parece extranjero, cantante o monótono como un robot, y es por un tono de voz muy peculiar y alto.
  • Tiene un lenguaje pedante, hiperformal o hipercorrecto, con un extenso vocabulario.
  • Inventa palabras o expresiones idiosincrásicas.
  • A veces parece estar ausente (como en la luna), absorto en sus pensamientos.
  • El habla mucho.
  • Poco le interesa lo que dicen los demás.
  • Él tiene dificultad para entender una larga conversación.
  • Cambia el tema cuando es confuso.

Es importante tener en cuenta que, aunque las personas afectadas por síntomas autistas como el síndrome de Asperger a menudo se consideran dotados, la verdad es que el cerebro solo se enfoca intensamente en algunos problemas específicos. Por lo tanto, este trastorno se asocia erróneamente con una calidad especial.