Para entender la astrología es necesario visualizarla desde dos perspectivas que pueden ser contrastantes entre sí, es decir, puede ser catalogada, al mismo tiempo, como una ciencia y un arte, que investiga y desarrolla aprendizajes en torno a los astros y la influencia que éstos tienen sobre los acontecimientos que ocurren en el planeta Tierra.
Las astrología propone que la posición que ocupen los cuerpos celestes en el espacio, en el instante preciso en que nace una persona, animal, nación, negocio, entre otros, determinará de manera importante las características de su personalidad, salud, el área en la que se desenvolverá y, por consiguiente, en su destino, debido a la fuerza que esa entidad ejercerá de manera directa sobre la vida de quien corresponda.
Es necesario explicar que, en el ámbito astrológico, todos los planetas giran en torno a la Tierra y de ahí parten los estudios hechos por quienes se involucran con este campo, al contrario de lo que ocurre en el sistema heliocéntrico, cuya principal premisa es que los planetas realizan sus movimientos de traslación alrededor del Sol.
Hay elementos que son fundamentales en la astrología, como es el caso del Horóscopo, el cual se delinea partiendo de un círculo conocido como eclíptica y cuya representación es la supuesta trayectoria que cubre el Astro Rey por medio de ésta. El Zodiaco, por su parte, se divide en doce signos o constelaciones que poseen 30 grados cada una y están representadas por diferentes especies animales; son las conocidas comúnmente como: Aries -el carnero-, Tauro -el toro-, Géminis –los gemelos o el mono-, Cáncer – el cangrejo-, Leo – el león-, Virgo – la virgen o los roedores-, Libra – la balanza, la mariposa o el colibrí-, Escorpio – el escorpión-, Sagitario –el centauro-, Capricornio –la cabra-, Acuario –el aguador o el adolescente- y Piscis –los peces-. Por eso, no es extraño que la palabra zodiaco provenga del griego y signifique “faja o figura de animales”.