La autocompasión, también conocida como auto indulgencia, es el acto en el que una persona siente pena por sí misma, como producto de situación experimentada o por ciertas acciones llevadas a cabo. Cabe destacar que, la indulgencia, es la capacidad humana de perdonar con facilidad o, bien, castigarlas mostrando una actitud benevolente. Se trata de una respuesta dada a las circunstancias en las que un escenario es visto como adverso o negativo y resulta difícil aceptar la naturaleza del mismo. Este sentimiento básico en las relaciones humanas y bien puede ser tanta pasajero, como un trastorno de personalidad en el que se mantiene estas posturas por beneficios aparentes.
La autocompasión es un sentimiento natural que se experimenta cuando se está atravesando por una situación que se percibe como ruda o negativa para el propio ser, en donde se demanda la condolencia de los que se hallan en el entorno. Su principal desencadenante el estrés producido por las amenazas externas. Esta, según expertos, es, en realidad, una actitud negativa, puesto que no sirve de ayuda alguna al tratar de subsanar los efectos de las circunstancias en las que se haya la persona; sin embargo, esta sirve para despertar la empatía de otros, quienes, potencialmente, pueden ofrecer ayuda y soluciones para los problemas que aquejan al afectado.
Se recomienda que los sentimientos de autocompasión sean dominados. Puesto que, a menos que estos sean transitorios y ayuden a aceptar el escenario negativo, no puede ser considerado un estado normal. Entre los diagnósticos psicológicos asociados a esta conducta se encuentran la depresión, el trastorno límite de la personalidad y el trastorno histriónico de la personalidad.