Barroco

El barroco es una época de la cultura occidental, que abarcó desde el siglo XVII a principios del siglo XVIII, que fue precedida por el manierismo y sucedida por el rococó. Este era presentado como una “nueva manera de concebir el arte” y su influencia se extendió por todos los campos del mismo: la escultura, la literatura, la danza, la pintura, la música y la arquitectura. Su desarrollo se dio en una época en la que una creciente burguesía empezaba a establecer lo que sería el capitalismo, además de un sistema político que se introducía en los ámbitos del absolutismo.

Aunque como período artístico el barroco se sitúa a principios del siglo XVII, cualquier obra que presentes rasgos típicos de este estilo o que se contraponga, en esencia, a los detalles estéticos presentado por el clasicismo, será considerado barroco. Es preciso mencionar que, mientras el barroco estuvo en pleno auge, las expresiones que clamaban existir bajo este, se distinguían por ser refinadas, ornamentales y con gran racionalismo; algunos historiadores la describen como “intelectual e idealista”, lo que, en cierto punto, provocó el nacimiento del rococó, un estilo con gracia, colores claros y, sobre todo, hecho para la aristocracia y la burguesía.
De igual forma, el arte barroco se caracteriza por tener un violento realismo; esto se debe a que se trata de una época de penurias, económicas y políticas, que afectaban a una sociedad desengañada y revuelta. El enfrentarse a esta cruda realidad se pudo observar en la representación de formas distorsionadas, monstruosas. De igual forma, es preciso mencionar que “barroquismo” es una palabra orientada hacia esas creaciones que están demasiado ornamentados, rayando en la exageración.