Brillo

Brillo, generalmente relacionada con la luminosidad, es una palabra polisémica. En el campo de la física de partículas, se le llama luminosidad instantánea a la serie de partículas que se encuentra por cada unidad de tiempo y luz, englobadas dentro de un haz de luz; en conjunto, estas estarían formando la luminosidad integrada, siendo esta medida unidad inversas de sección eficaz. En el campo de la fotometría y colorimetría, se le llama luminosidad a la claridad que tienen ciertos colores, lo que está influenciado por la cantidad de luz que se refleja; esto se reduce a que, mientras más oscuro el color sea, menos luminosidad tendrá. En la geología, se le llama lustre o brillo a la interacciones entre la superficie de un mineral y la luz que a esta impacta, determinando el “lustre diamantino” del mismo.

En la colorimetría, la claridad de un color puede ser evaluado a través de una serie de tablas, con las que se puede definir si se trata de un color lleno de luminosidad, neutro o negruzco, siendo así: un 100% es aplicado para los colores blancos, el 90% para blanquecinos, el 80% sería para aquellos que son muy claro, el 70% para los claro, el 60% para los semiclaros, el 50% es para los tonos medios, el 40% para los semioscuros, el 30% fue determinado para los oscuros, el 20% para los muy oscuros, el 10% para los colores negruzcos y el 0% para el negro. Estas teorías, generalmente, son aplicadas en la fotografía y ciencias relacionadas o que requieran de un estudio sobre los colores.
En astronomía, el concepto de brillo superficial, es aquél utilizado para describir el brillo de los objetos que se pueden observar en el cielo, como las nebulosas y las galaxias. Este, simplemente, fue desarrollado para determinar lo observable que uno de estos puntos luminosos puede ser. El lustre, por su parte, además de ser un sistema de clasificación para los minerales y evaluar si se trata de una piedra preciosa, permite conocer la absorción de los colores, además del índice de refracción, por parte de los mismos.