Carillas

Se conocen como carillas odontológicas a las pequeñas piezas, elaboradas a partir de porcelana, que, durante un proceso de restauración dental superficial, se adhieren a las piezas dentales, con el objetivo de mejorar el tamaño, forma y color de las mismas. Esta opción, conocida por su rapidez y eficacia, es la preferida por aquellos que no poseen tiempo para atravesar por largos tratamientos de corrección, como la ortodoncia, o están siempre en el ojo público. En todo caso, el revestimiento de porcelana se caracteriza por ser una modificación completamente estética, para arreglar pequeños defectos, como separación entre dientes, piezas astilladas y apiñamiento leve, además proporcionar una extraordinaria blancura dental.

El proceso de colocación de carillas puede ser reducido a cuatro etapas: remoción de alrededor de 1mm de esmalte dental, elaboración de una impresión dental y el pronto envío de esta a un laboratorio, fabricación de la carilla tomando en cuenta las características principales de las piezas dentales del paciente y, por último, la adhesión de las carillas, haciendo uso de una resina especial, de gran resistencia. Es normal que el paciente tenga sensibilidad a la temperatura después de algunos días, pero este puede continuar con su rutina común. Sin embargo, los profesionales recomiendan no morder las uñas o masticar hielo, puesto que esto puede romper o debilitar las piezas.
Además de las ventajas de utilizar revestimiento de porcelana, existen una serie de contras en cuanto a la colocación de las mismas. La preparación previa es permanente; el esmalte quedará reducido a causa de la extracción, y es posible que algunos restos de resina se queden en los dientes.