La conceptualización de catolicismo está directamente relacionada con el nacimiento, vida, pasión y muerte de Jesucristo, considerado como el Mecías, o enviado de Dios a la Tierra, por quienes practican y promueven esta religión que surgió precisamente con la ascensión del Hijo del Hombre hasta ubicarse en la diestra de su padre.
Jesús dijo que sobre la piedra representada por uno de sus Apóstoles se fundaría su Iglesia, haciendo referencia, desde la óptica católica, a Pedro, uno de sus más fieles seguidores y quien dio inicio a la propagación del mensaje cristiano por todos los rincones del planeta.
Es creencia del pueblo católico que, a decir de la interpretación bíblica que le atribuyen, Jesús descenderá nuevamente a la Tierra y las cosas que abrumaron a la humanidad ya no serán más.
El catolicismo ha ejercido una fuerza importante en la evolución de los seres humanos, no desde el punto de vista genético, sino en la estructuración de su visión del mundo moderno, proceso en el que se han visto involucradas guerras, conquistas y hasta la creación de un Estado definido política, económica y territorialmente denominado Ciudad del Vaticano, desde donde el Sumo Pontífice, a quien se le confiere la responsabilidad de dirigir la Iglesia Católica, dicta los lineamientos que marcan el desenvolvimiento del legado del primer Papa: el Apóstol Pedro.
Son representantes del Papa en espacios geográficos específicos los Cardenales, Arzobispos, Obispos y Sacerdotes, en una cadena de mando que también incluye a laicos y sacristanes, entre otros, quienes a pesar de no poseer una preparación sacerdotal, son apoyo fundamental de quienes hacen votos para ponerse al servicio de Dios y seguir difundiendo sus doctrinas.