Cicuta (Planta)

La cicuta es una especie de la familia Umbelliferae o Apiaceae, muy común en los bordes de las carreteras, caminos y jardines. Esta puede llegar a confundirse con una planta de hinojo o anís, sin embargo sus manchas en el tallo de color rojo son su característica principal. Con el nombre científico de ‘Conium maculatum’, puede alcanzar hasta 2,5 metros de altura.

Desde tiempo atrás, las plantas son usadas como medio sanatorio por enfermedades, y como fuente de alimentación por sus frutos y hojas. Con el pasar del tiempo y los avances tecnológicos el hombre ha experimentado y estudiado los diversos tipos y especies de plantas, experimentando consigo mismo y poniendo en riesgo su salud y su propia vida, porque la ingesta de algunas plantas puede ser letal para las personas.
Alcaloides como el aceite esencial, cumarinicos, glucósidos flavonoides se encuentran presente en toda la planta, la conicina y coniceina impiden el correcto funcionamiento del sistema nervioso central produciendo el llamado «cicutismo «. La ingestión puede representar un riesgo para la salud. El efecto de esta toxina es similar al curare. El proceso de maduración es comprometido en esta etapa, es clima y sus condiciones también forman parte fundamental en los frutos verdes.
Esta flor crece en ambientes húmedos y frescos (riberas de ríos, arroyos y en los bordes de caminos y campos); Es originaria de Europa y África del Norte. El tamaño de este tipo de especie oscila entre 1.5 y 2 metros de altura, y contienen sustancias como el cicitin (sustancia tóxica) que afecta considerablemente el sistema nervioso central, produciendo o dando paso a el conocido «cicutismo» (cianosis, midriasis, convulsiones y coma) que comienza con vértigo, dolores de cabeza, disminución de la temperatura corporal y reducción de la fuerza muscular que termina en parálisis. Para matar a un ser humano, solo unos pocos gramos de sus frutos verdes son necesarios.
Existen plantas mucho más agresivas en cuanto a toxicidad como son las nueces del diablo (causan la muerte), el tejo ( usadas para envenenar las puntas de las flechas en los tiempos de los Celtas), y la adelfa; la ingestión de una sola de sus hojas provoca fuertes vómitos, diarrea y puede causar la muerte. Esta última es una planta ornamental también conocida como baladre o laurel rosa y es muy común en parques o caminos urbanos. Aunque su sabor amargo dificulta su ingestión, es conveniente eliminarlo de las áreas infantiles donde los niños juegan para evitar posibles riesgos.