Cláusula de comercio

En el ejercicio mercantil se exigen diferentes puntos que deben cumplirse para considerarse como una transacción “legal”, dichos requisitos están suscritos bajo una cláusula en la ley de cada nación; por supuesto esta ley se modifica según el país que lo imponga, pero como se hacen transacciones financieras entre países por la exportación de diferentes bienes, entre naciones se han determinado diferentes reglas que rigen este ejercicio. Dentro de estas numerosas reglas una de las más resaltantes es la obligación del vendedor, el cual se hace responsable de exhibir su producto y ponerlo a disposición de los compradores bajo el precio que este crea conveniente, teniendo en cuenta que dentro de ese pago se integra el costo de recibir el objeto y enviarlo hasta su punto de destino.

De acuerdo al incremento del tráfico internacional por distintas compras y ventas entre países, se han postulado leyes especiales para esos intercambios a larga distancia denominados de plaza a plaza, donde el vendedor no está obligado a exhibir su producto donde se encuentra su tienda pero si está en la obligación de costear los gastos de envío a la nación donde se es exportado el producto; dentro de estas obligaciones el vendedor tiene que contratar la vía por la cual será enviada el producto, entregar la mercancía personalmente a quien se encarga de transportarla con su respectiva factura que justifique el producto que transporta, así como también el transportador debe recibir un documento firmado por el comprador para dar fe de que el producto fue entregado.
Otra opcion de envio para el vendedor es que éste determine el sitio de entrega donde se encontrará personalmente con el comprador, en este método el vendedor tiene que costear el costo del traslado de su producto y el de el mismo. Y así miles de formas para enviar el producto hacia el comprador: sobre un barco designado para el envío, o por tren para naciones que se encuentren cercanas (Europa) y también se incluye la compra con el uso de un crédito bancario, que son totalmente aceptadas por la cláusula comercial encargada de velar de que el proceso de compra-venta sea totalmente legal.