Corso

Corso es el gentilicio otorgado a los hombres y mujeres que conforman el pueblo del mismo nombre, y que se asentaron en las zonas conocidas como Cerdeña y Córcega. Hacia el siglo XIX, los corsos inician un movimiento nacionalista, en donde señalaban a Francia como el principal causante de las revueltas entre clanes que se vivían en Córcega; después de la segunda guerra, a mediados del siglo XX, de nuevo se iniciaron planes para que estos se volviesen estados independiente del país franco, mediante protestas, en forma de vandalismo y enfrenamientos armados.

Los corsos, como pueblo de la antigüedad, son mencionados por Ptolomeo en una de sus tantas obras sobre la geografía antigua. Estos estuvieron presentes cuando la cultura nurágica entró en auge, y se difundió a través de los poblados aledaños. Estos, tenían una serie de clanes que se encargaban de mantener el orden en la isla, además de mantener el sistema jerárquico vigente. Estos ostentaban tener su propio idioma, el corso, que tiene un origen italorromance, es decir, proviene del latín; este se divide en dos tipos: cismontano y el ultramontano.
Además de esto, patente de corso es el nombre que reciben los documentos entregados por un gobierno cualquiera, en donde se le concedía el permiso de atacar a poblaciones enemigas y navíos provenientes de ellas, a los marineros. A los que se encargaban de esta tarea, se les llamaba corsarios. Coso, de forma general, sería la persecución, también, de los piratas que infestaban las aguas en épocas lejanas, como medida para poner fin a estas deplorables prácticas.