Desolación

Desolación es una sensación que se siente por la falta de comodidad que percibe una persona que siente una profunda herida por la vida como resultado de un hecho que ha desbordado sus expectativas de una manera negativa. Una persona que se siente desolada tiene tal grado de dolor interno que no encuentra, en el presente, una razón fuerte para la comodidad que alivie esa incomodidad interna.

La desolación también muestra el peso experimentado por una persona que se ha quedado sin fuerzas, se siente débil y está cansada de pelear. Una persona que se siente desolada se rompe por dentro, llora frecuentemente y tiene dificultades para comenzar el día con optimismo (la tristeza es aún más palpable a primera hora de la mañana cuando el comienzo de un nuevo día se presenta como un día de fatiga).
Una persona que se siente desolada necesita contar con el apoyo de recursos externos que en la forma de resiliencia son un apoyo importante: ayuda profesional, ayuda espiritual, el amor a la amistad, el apoyo de la pareja, el consuelo de la familia o un abrazo de amor incondicional.
Una persona que está desolada necesita descansar para recuperar la fortaleza, asimilar lo que sucedió y enfrentar la realidad con la información que marca ese trágico evento.
Se supera una desolación, es decir, no es un punto definitivo, sino un proceso que, como una crisis interna, refleja la importancia de que el ser humano haga uso de sus recursos para poder enfrentar esta adversidad que duele en lo más profundo del corazón. La desolación es aún más amarga al ritmo de la soledad. Por el contrario, el afecto de los demás agrega una fuerza amable que fortalece al que sufre.
La desolación se acompaña de falta angustia, cierto grado de desesperación y pesimismo. Es conveniente mirar hacia el futuro con la convicción de que todo el dolor es temporal (tiene un principio y un final). Por esta razón, después de un día gris, la luz del sol de un nuevo amanecer siempre viene de uno nuevo, que es el símbolo de una nueva esperanza de vida. Si hay una razón para una gran desolación en tu vida, no te encierres y pide ayuda.