En el año 1952, el escritor y pseudofilósofo estadounidense L. Ron Hubbard, especializado en libros de ciencia ficción, elaboró una doctrina religiosa laica llamada “cienciología”. Ésta, en el año 1953, pasó a ser considerada una religión, con la creación de una Iglesia representativa en New Jersey. Su práctica ha sido motivo de polémica desde su creación, por la discreción con la que actúan sus feligreses. Debido a este secretismo, se ha especulado en cantidades inimaginables sobre lo que realmente significa ser un cienciólogo; algunos argumentan que se trata de una organización con objetivos similares a la que se presenta en la teoría de los Illuminati, mientras que otros dicen que su objetivo es “limpiar” la raza humana.
Sin embargo, hay algunas de sus creencias que han salido a la luz pública, como lo es la Dianética. La palabra proviene del vocablo griego “día”, cuyo significado es “a través”, además de “nous”, traducido como “razón”. Diferentes intelectuales la clasifican como una pseudociencia y, cabe destacar que, de hecho, es anterior a la creación de la cienciología, pues, Hubbard desarrolló el concepto en el año 1950.
En una serie de libros publicados bajo el mismo nombre, este escritor, presentándose como un ingeniero, propone una “nueva e innovadora” técnica de terapia psicológica, en la que el paciente, denominado “preaclarado”, en estado de relajación y con los ojos cerrados, descarga toda su memoria, o “engramas”, con el “auditor”. Así, el individuo en cuestión repite una y otra vez un relato, normalmente de una dolencia física o experiencia traumática, hasta que el especialista considere que el engrama esté descargado, pasando, así, a otro incidente. En el año 1953 se realizó un estudio en el que se intentó verificar lo propuesto por Hubbard; al igual que en estudios anteriores, no se encontró ningún resultado.