Diurético

Es una sustancia, que al ser introducida al organismo provoca la expulsión de electrolitos y agua, mediante la defecación con heces de consistencia acuosa (diarrea) o la orina.

Puede ser recomendado para las víctimas de hipertensión arterial, cardiopatías congestivas, edemas o cirrosis hepática. Existen diferentes tipos, de acuerdo en las zonas que trabajen, pueden ser: de asa, por funcionan en el asa de Henle renal, tiazídicos, por ser derivados de la tiazida; inhibidores de la grasa anhidrasa carbónica; osmóticos; ahorradores de potasio, que a su vez se dividen en antagonistas de la aldosterona e inhibidores de los anales de sodio.
No sólo se pueden utilizar los fármacos, también existen diuréticos naturales, entre los que se encuentran la piña, el té, el café, los espárragos y demás, pero son de baja intensidad y, normalmente, son utilizados por las personas para tratar el estreñimiento. El abuso de los mismos puede recaer en una deshidratación severa, ya que, al eliminar los líquidos hidratantes del cuerpo, el organismo intenta consumir los restantes, por lo que se corre el riesgo de perecer de los mismos.
Algunos de los efectos adversos de los fármacos diuréticos, son: natriuresis, enfermedad en la que el sodio en la orina aumentan dramáticamente, producto del abuso constante de diuréticos; la hipokalemia, por su parte, en la que los niveles de sodio del plasma disminuyen, a causa de la sustitución del potasio por sodio en los riñones; otros son la alcalosis metabólica, hiperkalemia y acidosis metabólica, disminución del sodio en la sangre, además de la falta de excreción de calcio.