Ecosistema

En términos generales, un ecosistema consiste en un conjunto de organismos vivos, que juntos conforman lo que se conoce como biocenosis, y el medio físico en el que éstos se relacionan, lo cual constituye lo que se denomina biotipo.

En otras palabras, un ecosistema representa un sistema conformado por organismos que dependen entre sí y que forman parte de un hábitat común.
En la mayoría de los casos, los ecosistemas evidencian la formación de una cadena en la que se presenta la interdependencia que existe entre los citados organismos dentro del sistema al que se hace referencia.
Otra manera de definirlos es la siguiente: “Son la comunidad biológica de un lugar y de un conjunto de elementos físicos y químicos, que de forma interrelacionada dan origen a un ambiente biótico”.
Esta definición empezó a tener forma en la década de 1920 y en ella se incluyen las complejas interacciones existentes entre una diversidad de seres vivos, entre los que se encuentran, por ejemplo, las plantas, los animales, las bacterias, los protistas y los hongos, los cuales unidos conforman la comunidad y producen los flujos de energía y materiales que la traspasan.
El investigador Roy Clapham fue el primero en emplear la palabra Ecosistema en el año 1930, con el fin de referir la unión de elementos de carácter físico y biológico que le dan vida a un entorno determinado.
Para comprender el funcionamiento de un ecosistema, es necesario entender que los organismos vivos que en él se encuentran mantienen una permanente interacción, no sólo entre sí, sino también con el entorno que los cobija, lo que les permite desenvolverse y evolucionar dentro del sistema que los agrupa.