Ecuánime

Está vinculado a lo justo. La justicia es lo que debe hacerse de acuerdo con la equidad, la razón y la ley. Las cuestiones equitativas y justas surgen de un consenso social que determina lo que es bueno y lo que es malo y están codificadas en base a las normas escritas aplicadas por los jueces.

También se puede decir que la ecuanimidad es igualdad y constancia de la mente. El término ecuanimidad es de origen latino «aequanimis», expresión formada por 2 palabras: «aequa» que significa «equidad» o «equilibrio» y «animae» que significa «anima» o «espíritu», por lo tanto, una persona igual es una que logra equilibrio y armonía.
Hoy en día, la palabra ecuánime también se utiliza en este sentido, aunque es muy difícil encontrar personas que puedan mantener una actitud equilibrada en la actualidad debido al estrés generalizado y las exigencias de la vida cotidiana que hacen que la mayoría de las personas se encuentren. sumido en preocupaciones o angustias que lógicamente derivan en reacciones violentas o apasionadas.
En este sentido, debemos dejar en claro que es habitual hablar de jueces ecuánimes. Y se considera que dicha justicia profesional debe tener la calidad antes mencionada para poder hacer que los juicios que dicte sean el resultado de un razonamiento y un análisis de evidencia y testimonio, y no una decisión sesgada por diversas razones o prejuicios.
Un individuo equitativo se caracteriza por mantener la serenidad ante las diversas reacciones que pueden ocurrir en diferentes momentos de su vida, es decir, presenta un carácter estable tanto para las adversidades como para los momentos felices. La persona equitativa debe desarrollar o presentar otras características como tolerancia, paciencia, comprensión, serenidad, entre otros, para lograr esta característica.
Sin embargo, la ecuanimidad es una característica positiva del ser humano y, como consecuencia de su serenidad, paz interior y equilibrio, el ser humano tiene una mejor comprensión y visión de todas las situaciones que surgen en el curso de su vida, ya que de esta manera puede proporcionar la mejor manera de resolver conflictos.
Los antiguos griegos, especialmente los filósofos Platón y Aristóteles, solo los sabios podían disfrutar de la cualidad de ser ecuánimes, porque por su conocimiento podían evaluar en cada situación lo que se debía hacer. Igualaban la ecuanimidad con la prudencia.
Son antónimos de ecuanimidad; arbitrariedad, injusticia, desequilibrio y subjetividad.