Edad media

Se le llama edad media al periodo en la historia de Europa que va desde la abolición del Imperio Romano en el siglo V hasta el siglo XV, este término fue utilizado por primera vez por el escritor Flavio Biondo de Forli, en su escrito llamado “Décadas de historia desde la decadencia del Imperio romano” publicado en el año de 1438, se dice que este periodo fue de estancamiento cultural donde contrastaban las glorias de la antigüedad junto con el renacimiento.

No existe ningún evento en específico que marque la ruptura cultural de manera abrupta, de la civilización europea, por ello no se tiene una fecha específica del inicio de dicha era, sin embargo a finales del siglo V, un conjunto de procesos que tenían una larga duración se dieron lugar en el continente, tal es el caso de los problemas económicos del imperio romano y las varias invasiones de los pueblos germánicos a esos territorio, fueron el inicio de grandes cambios, los siguientes 300 años los europeos mantendrán la base cultural dejada por la civilización romana, la cual nunca se terminó de extinguir.
Entre los años 742 y 814 se intentó implementar un nuevo orden por parte del imperio de Carlomagno, ya que la sociedad había sufrido graves repercusiones causadas por las constantes invasiones, pero luego de la muerte del conquistador Magno revivieron las dificultades, producidas principalmente por nuevas invasiones y migraciones, de los distintos pobladores, todo estos sucesos se dieron durante una serie de cambios políticos, sociales y económicos, lo que provocó que las ciudades decayeran y el comercio internacional quedará casi extinto, la moneda se dejó de utilizar en gran medida y la tierra se convirtió en la nueva forma de riqueza, los poderes centrales ya no tenían autoridad, por ende la organización administrativa desapareció. Todo esto dio origen a una nueva forma de regirse llamada feudalismo, ya que en medio de las guerras, los hombres deseaban a alguien que los defendiera y ya que no existía ningún poder central que lo hiciera surgieron los poderes locales, personas que tenían la valentía y autoridad para defenderlos por lo que se sometían a tal persona, a los protegidos se les denominaba vasallos y quien tenía el rol de protector era llamado señor, para que esta relación entre vasallo y señor cobrará validez se debía realizar una especie de juramento de fidelidad, donde el vasallo se comprometía a realizar ciertos servicios a cambio de la protección.
Todo este sistema se volvió común entre los pobladores y quien encabezaba dicho sistema era el rey cuyos vasallos eran los condes, duques y otro señores mientras ellos recibían la fidelidad de los ricos y ellos a su vez la recibían de los más pobre.