Ególatra

Se le llama “ególatra” a la persona que muestra un patrón de exageración de logros y grandiosidad para con sí mismo, acompañados de una constante veneración a sus atributos, ya sean físicos o psicológicos. La egolatría, más que un diagnóstico psicológico, es una actitud o un comportamiento que se puede observar en determinadas situaciones de la vida cotidiana, como en los trabajos de grupo o reuniones sociales; sin embargo, se han detectado diversos patrones anormales, que consisten en la repetición de estas características, resumiéndose esto en el Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP). La palabra se origina a partir del vocablo griego “ego” (yo) y “latria” (adoración, culto).

Las personas que tienen la egolatría entre las características que conforman su personalidad, pueden generar rechazo en su entorno, puesto que constantemente están vanagloriándose y haciendo alarde de los logros que han alcanzado. Por ello, se suele relacionar la egolatría con el egocentrismo, la falsa confianza, una excesivamente alta autoestima y la soberbia. Esto, si se presenta de forma patológica, puede generar inconvenientes no sólo en el ambiente social, sino en el laboral y el familiar, por lo que puede necesitarse de ayuda médica.
Para que esta pueda considerarse una afección, los síntomas, mencionados a continuación, deben ser consistentes. La falta de empatía, la constante comparación entre los logros de los demás y los propias, la entablación de relaciones sólo por el provecho que pueden sacar de estas, la creencia de que se posee poder, brillantez y sé es especial, además de la exigencia de una alta admiración por parte del entorno, son de las más comunes características de las megalómanos o narcisistas.