Para ahondar en el significado de la palabra electrónica, es necesario comenzar diciendo que su raíz etimológica se encuentra en el griego.En ese sentido, hay que explicar que el término se desprende de la conjunción de dos vocablos debidamente definidos en sí mismos: elektron, cuyo significado es “ambar” y el sufijo iko, que denota algo “relativo a”, por lo que su definición estrictamente apegada a esa traducción establece que la electrónica se refiere a lo relativo al ámbar.
Pero ese significado no refiere en la realidad la acepción que actualmente se le confiere al término, por lo que electrónica se define como el estudio de los electrones y a la aplicación de las conclusiones de ese análisis en una amplia gama de contextos.
Por ende, bien puede afirmarse que es menester de la electrónica el trabajo basado en los electrones, los cuales son una de las partículas principales de los átomos.
Es necesario destacar que campos como la física y la ingeniería actúan en función del análisis y mejoramiento de los sistemas elaborados utilizando como base el control y movimiento de los electrones que poseen cierta carga eléctrica.
Los equipos electrónicos hacen posible que la energía eléctrica pueda ser convertida y distribuida, cualidad que les permite ser utilizados en el control y procesamiento de información.
A escala aún más general, cabe exponer que un sistema basado en la electrónica está conformado por sensores o traductores, que son los encargados de recibir las señales físicas para convertirlas en señales eléctricas, o lo que es lo mismo, en voltaje. Al mismo tiempo, los circuitos del sistema transforman las señales de los sensores que se envían a los actuadores, responsables de convertir nuevamente los impulsos eléctricos en señales físicas que ahora poseen una clara utilidad.