Las cremas emolientes son las sustancias que se aplican cuando la piel presenta ciertas durezas o inflamaciones, con el fin de protegerla a esta y a la mucosas presentes, al igual que ablandar las lesiones que están presentes. Generalmente, no están compuestas por ingredientes relacionados con medicamentos comerciales, sino por plantas y demás elementos, extraídos directamente de la naturaleza. Es común encontrarlos en forma de pomadas, lociones, sustitutos del jabón y lociones corporales. En algunas zonas de latinoamérica, cabe destacar, los emolientes son bebidas con propiedades medicinales, cuyo fin sería el de volver un poco más suave la materia fecal alojada en el intestino.
Ha sido ampliamente recomendado como tratamiento para los eccemas o para la dermatitis eccematosa, una afección en la que la piel se ve infestada por una diversa cantidad de lesiones, como inflamaciones, eritemas, vesículas, pápulas y exudación. Este puede ser tanto atópico (se caracteriza por tener ronchas rojas en toda la piel), seborreica (inflamaciones escamosas sobre toda la extensión de la piel), como de contacto (las lesiones son evidentes cuando el cuerpo entra en contacto con un agente externo o ajeno, al que se ha sensibilizado.
Las bebidas conocidas como emolientes en latinoamérica, son líquidos que están compuestos por linaza, boldo, agua de cebada, alfalfa, algunas gotas de jugo de limón y algunas hebras pertenecientes a las colas de caballo. Esta se ingiera, preferiblemente, cuando está caliente o tibia, en la mañana de entre las 4:30 y las 8:30, o al final de la tarde y parte de la noche, entre las 5:30 y las 11:30.