Energía

La palabra energía posee tantas definiciones que sería imposible conceptualizarla de manera general. Lo primero que se debe exponer es que este término procede del griego «Energeia», el cual se refiere a la actividad u operación, mientras que su similar «Energos», vocablo utilizado para mencionar la fuerza que se emplea en la ejecución de una acción determinada.

En el campo de la física, la energía está relacionada con el nivel de capacidad que posee un individuo a la hora de llevar a cabo una labor.
Mientras que en el ámbito de la economía y la tecnología, la energía hace referencia a un recurso que se obtiene por medio de la naturaleza, pero que es modificado o sirve como materia prima para la elaboración de un producto, por medio de los procesos tecnológicos que le son inherentes, es decir, a través de las herramientas diseñadas por el hombre, esos recursos son extraídos, con el fin de transformarlos y otorgarles un uso de índole económico o industrial.
Retornando a su enfoque físico, es importante destacar la Ley Universal de la Conservación de la Energía, la cual, a su vez, es el basamento del primer principio de la termodinámica, en la que se señala que la energía directamente asociada a un sistema en condiciones de aislamiento se mantiene invariable con el paso del tiempo. Esa afirmación se traduce de la siguiente manera: para efectos de una gran cantidad de sistemas físicos la sumatoria de la energía calorífica, la electromagnética y la mecánica, entre otras, siempre dará como resultado un número constante.
Para ejemplificar lo anteriormente expuesto, se puede decir que la energía cinética se calcula con base en el movimiento de la materia, al tiempo que la energía potencial se cuantifica a raíz de varias propiedades como las condiciones de deformación o la ubicación de la materia desde la óptica de las fuerzas que sobre ella operan.