Escort

Un scort es un acompañante pagado, es decir, que un cliente paga para ir con él a reuniones, fiestas, viajes a otra ciudad, etc. El reclutamiento puede o no incluir sexo. En la mayoría de los casos, el cliente de este servicio busca sobre todo el sentimiento de superioridad que le proporciona estar acompañado por una mujer u hombre con un alto nivel de educación y una excelente presencia.

Una reflexión sobre una de las profesiones más estigmatizadas, vinculada a la prostitución. Es una tarea peligrosa, degradante y de explotación. Pero hay quienes intentan reinventarse a sí mismos como una profesión libre de estigma usando todas las herramientas de los negocios modernos, el objetivo es ser el mejor compañero del mundo.
En los últimos años, este fenómeno ha traspasado las fronteras de género y cada vez hay más acompañantes masculinos. El documental The Great Happiness Space: Tale of a Osaka Love Thief, filmado y dirigido por Jake Clennell en 2006, refleja el surgimiento de este fenómeno en Japón. Muchas chicas japonesas van a lugares glamorosos y pagan cientos de dólares para pasar un buen rato con un chico que les gusta. Es la versión masculina y moderna de la geisha tradicional.
En los últimos años, en numerosos sitios web y anuncios clasificados en algunos medios (afortunadamente en 20 minutos, no desde 2007) ha proliferado el uso del término ‘acompañante’ para ofrecer servicios de acompañantes de primera clase. Es muy común asociar la palabra con la figura de una prostituta de lujo, aunque no todas las acompañantes que ofrecen sus servicios de acompañantes incluyen algún tipo de relación sexual.
El término acompañamiento proviene del italiano ‘scorta’ (cuyo significado es ‘acompañamiento’) y este del latín ‘scorgere’ (guía). Llegamos al español a través del inglés (escolta también escrita) habiendo pasado previamente por la ‘escorte’ medieval francesa. De estas palabras también nace el término ‘escolta’, que se utiliza para referirse a la persona que acompaña a alguien como protección en previsión de un posible ataque.
Por lo tanto, el término acompañamiento también comenzó a usarse para referirse a la persona que brindaba un servicio de apoyo (generalmente a hombres de alto poder adquisitivo) para eventos o eventos sociales, sin que estos tuvieran nada que ver con los realizados por prostitutas convencionales.