Fama

“Fama”, como término polisémico, tiene distintas acepciones. En algunas ocasiones, es utilizado para hablar de lo reconocidas que son ciertas personas, ya sea por sus cualidades o los logros que ha alcanzado. También, se toma como sinónimo de reputación, la idea o concepto que se forma la colectividad sobre la actitud y los actos de una persona. Se habla de “fama”, igualmente, como aquellos rumores o noticias que son comentadas por un amplio grupo de personas. En la mitología griega, se encuentra la Diosa Fama, también conocida como Feme, quien representaba todo lo relacionada con los cotilleos y los rumores.

La palabra se origina a partir del vocablo griego “fama”, perteneciente a la familia etimológica que genera “difamar” e “infamar”, que se puede traducir como “opinión pública”. Generalmente, se relaciona con la celebridad, el estatus que reciben aquellas personas que son ampliamente conocidas y reciben mucha atención por parte del público, especialmente aquel inmerso en los vaivenes del mundo del entretenimiento. Es importante saber que, para ser considerada una “celebridad”, la persona debe tener algo de fama; sin embargo, ese no es el único requisito, puesto que el escrutinio público y los constantes rumores son los que consolidan el estado.
Por su parte, la Diosa Feme, se dice que fue hija de Afrodita; algunos autores alegan que esta fue hija de Gea, y que fue engendrada como parte de una venganza hacia los Dioses. A menudo se la representa como una mujer con alas y se le atribuye una gran rapidez para cumplir las misiones encomendadas. Además, se dice que por cada una de sus plumas, tiene un ojo y que, por cada ojo, una lengua, que le sirve para repetir sin cesar todo lo que aprende u observa.