Fascismo

Proviene de la palabra en italiano ‘’fascio’’ que significa haz, y del latín ‘’fasces’’ que significa fascis.
El término fascismo se refiere principalmente al movimiento de carácter político y social que surgió en Italia una vez finalizada la Primera Guerra Mundial, concebido por el gobernante de esa nación europea para la época, Benito Mussolini; que fue primer ministro del Reino de Italia, hasta que fue encarcelado en 1943, luego de salir de la cárcel con la ayuda de la Alemania Nazi y fue allí cuando se transformó en el presidente de la República Italiana en 1943 hasta que fue derrocado en 1945 y posteriormente fue condenado a morir ejecutado.
En esencia, el fascismo constituye una concepción de hacer política basada en el nacionalismo y el totalitarismo.
Tanto la doctrina correspondiente a esta corriente, como los movimientos semejantes que se desarrollaron más allá de las fronteras italianas, se conocen actualmente como fascistas.
Es importante resaltar que el surgimiento del fascismo se produjo como alternativa a los modelos gubernamentales propios de las democracias liberales, como la que caracterizaba a los Estados Unidos y el socialismo que imperaba en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Así como el fascismo dominó la política italiana de la mano de Mussolini, también se consideran fascistas a los regímenes de Adolf Hitler en Alemania y de Francisco Franco en España.
Otra de las características principales del fascismo es que se fundamenta en un Estado omnipotente, desde el cual se envían mensajes permanentes a la población para arraigar la idea de que el gobierno es la viva imagen de la voluntad popular.
En ese sentido, la ciudadanía debe procurar la satisfacción de sus necesidades a través del Estado, del que vale destacar que se encuentra siempre bajo la subordinación a un solo partido.
Es imperativo en un Estado fascista que la autoridad se manifieste y se ejerza por medio de la violencia, la represión permanente y la propaganda, dentro de la cual se incluye la intervención constante del sistema educativo y los elementos que lo integran.
Los líderes fascistas se hacen ver a sí mismos como si contaran con dotes excepcionales que los distinguen del resto de los hombres.