Hipocresía

Proviene del latín «hypocrita» (y esta palabra se deriva del griego) que significa actor o actriz, en la Antigua Grecia, esta palabra se refería a un actor teatral y no tenía ningún significado negativo hacia la persona que era llamada así.

Posteriormente el término actual de hipócrita nació en ese mismo país cuando las personas empezaron a llamar así a otras que fingían lo que no eran. Se le denomina así a las persona que fingen o actúan un sentimientos llamándose «hipócritas» que son totalmente diferente a lo que en realidad piensan o sienten.
La hipocresía cuenta con dos acciones que deben realizarse, el disimulo y la simulación. El disimulo se trata de ocultar del entorno o de las personas lo que en realidad se desea, y el simulo es aparentar lo que las otras personas desean ver.
Algo muy común que hace ejemplo de lo antes mencionado es en las personalidades públicas, ellas podrían frente a la cámara decir que todo está bien y que serían capaces de ayudar a cualquier persona, cuando en realidad son egoístas y jamás moverían un dedo por otra persona que no fuera ellos mismos o sus seres queridos.
Los actos hipócritas ocurren cuando una persona crítica a una persona e indica que algo de lo que dijo o hizo está mal, cuando esa es una persona que realiza exactamente las mismas cosas.
La psicología nos explica que la hipocresía es un acto que resulta de una acción propia por buscar el bienestar propio. Se cree que la hipocresía es necesaria para el equilibrio de la sociedad, porque en algunas ocasiones se deben fingir sentimientos para así evitar peleas o problemas.