La hipotensión es el nombre técnico para la presión arterial baja. Ocurre cuando el latido del corazón, a cargo de bombear la sangre al resto del cuerpo, tiene un ritmo más lento que el habitual. Por esta razón, ni el cerebro, ni el corazón ni el resto del cuerpo reciben la sangre necesaria, lo que puede provocar mareos y desmayos.
La mayoría de las presiones arteriales normales están en el rango de 90/60 milímetros de mercurio (mmHg) a 130/80 mmHg, pero una caída significativa, incluso de solo 20 mmHg, puede causar problemas en algunas personas.
Hay tres tipos principales de hipotensión:
- Hipotensión ortostática, incluida hipotensión ortostática posprandial.
- Hipotensión mediada por neuronas (NMH).
- Hipotensión severa causada por una pérdida repentina de sangre (shock).
La presión arterial baja generalmente es causada por medicamentos como: Alcohol, ansiolíticos, ciertos antidepresivos, diuréticos, medicamentos para el corazón, incluidos medicamentos para la presión arterial alta y enfermedad coronaria, medicamentos utilizados para la cirugía, analgésicos.
Los síntomas que sufren las personas que padecen esta afección generalmente son:
- Visión borrosa.
- Vértigo.
- Mareo
- Somnolencia y desconcierto momentáneo.
- Debilidad.
- Confusión e incluso pérdida de conocimiento.
- Desmayo o desmayo.
- Náuseas y vómitos.
La hipotensión ortostática puede hacerle sentir mareado o aturdido, e incluso puede desmayarse.
La hipotensión ortostática puede ser leve y dura solo unos minutos. Sin embargo, la hipotensión ortostática a largo plazo puede ser un signo de problemas más graves, así que hable con su médico si a menudo se siente insensible al ponerse de pie. Esta en un estado ocasional (agudo), generalmente es causado por algún factor obvio, como la deshidratación o un período prolongado de reposo en cama, y puede tratarse fácilmente.
La hipotensión ortostática desarrollan o incluyen los siguientes síntomas:
- Hipovolemia (una caída en el volumen de sangre). Esta pueden causar por hemorragia, azúcar alta o medicamentos como diuréticos como diuréticos tiazídicos (HCTZ) y diuréticos de asa (furosemida, bumetanida).
- Envejecimiento (hipotensión ortostática es más común en personas mayores).
- Deshidratación (un bajo volumen de líquido en el cuerpo).
- Inmovilidad (por ejemplo, permanecer en la cama durante mucho tiempo).
- El embarazo.
- Enfermedades cardíacas, incluidos ataques cardíacos, insuficiencia cardíaca, latidos cardíacos irregulares y enfermedades de las válvulas.
- Anemia (bajo recuento de glóbulos rojos).
- Enfermedad de Parkinson.
- Enfermedades del sistema endocrino, incluyendo diabetes y enfermedades tiroideas. Los pacientes que son propensos a esto son aquellos que tienen los problemas mencionados en la lista anterior (por ejemplo, diabetes, Parkinson).
- Las sustancias que se toman al mismo tiempo que los medicamentos para la presión sanguínea, como el alcohol, los barbitúricos y otros medicamentos.