Hipovolemia

La hipovolemia se usa en medicina para identificar la imagen caracterizada por una disminución significativa en la cantidad normal de sangre. Esta reducción en el volumen de sangre puede tener su origen en varios factores, como deshidratación o hemorragia, y no pasa por alto el hecho de que hay muchas otras causas que pueden conducir a que alguien sufra de hipovolemia.

La persona que sufre de hipovolemia se caracteriza por su palidez, su pulso es débil y tienen taquicardias. El corazón, como resultado de la alteración de la sangre, se ve obligado a aumentar su actividad, mientras que la sangre deja de llegar a las áreas superficiales y llega solo a los órganos más importantes del cuerpo. La estructura epitelial se enfría (a medida que la temperatura disminuye para disminuir la demanda de oxígeno que impulsa el flujo sanguíneo) y la respiración se vuelve más rápida (en un intento por proporcionar más oxígeno).
Una de las características que tienen estas personas es que siempre están pálidos, con taquicardia, pero esto se debe a la liberación de catecolaminas, con un pulso débil y rápido. En este caso, el corazón aumenta enormemente su actividad, en un intento de aumentar su gasto y conservar el volumen de sangre circulante.
La sangre se elimina de las áreas superficiales y se deriva a los órganos vitales: la piel se vuelve fría y pegajosa, la temperatura disminuye y la respiración se vuelve rápida y profunda. El cuerpo tolera la anemia mejor que la hipovolemia. Si esto ocurre, se deben administrar grandes cantidades de solución salina al 0,9% a una temperatura no inferior a 40º para aumentar la presión arterial y normalizar el pulso.
La pérdida de sangre puede deberse a: Sangrado de otras lesiones, Sangrado de heridas, Sangrado interno, como en el caso de una hemorragia del tracto gastrointestinal.
Cuando la persona presenta enfermedades como vómitos, diarrea, sudoración excesiva y quemaduras, disminuye la cantidad de sangre ya que se pierde mucho líquido.
El shock hipovolémico es siempre una emergencia médica; sin embargo, los síntomas y pronósticos pueden variar según: la tasa de pérdida de sangre, condiciones crónicas y subyacentes por medicación, como diabetes, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar y nefropatía.