Humillación

La palabra humillación se refiere a la acción y también al efecto de humillar, un verbo cuya etimología se encuentra en latín «humiliare» a su vez derivado del término «humus» que significa «tierra«, lugar donde el ser es humillado, ya que es bajado y postrado a los pies de aquellos que se sienten superiores, o de aquellos que lo obligan a tomar esa posición.

En la sociedad, podemos pasar de la furia a la alegría o de la tristeza a la envidia, a través de la felicidad o el amor. Los humanos pasan a diario varias emociones, algunas más agradables que otras. La humillación es una de las emociones menos seductoras cuando se trata de presentarte a alguien.
Normalmente la humillación, es una emoción que ocurre cuando recibimos una especie de desprecio en público y genera vergüenza en la persona. De esta manera, alguien es despreciado o deshonrado, generando un espacio de incomodidad para el afectado.
La humillación es un acto que puede privar a las personas de su orgullo, honor y dignidad, algo que puede tener consecuencias perjudiciales para la personalidad de un individuo, especialmente si este tipo de desprecio ocurre repetidamente desde la infancia.
En el campo profesional existe una gran diversidad de trabajos y estos se ubican en una supuesta jerarquía que los agrupa según su importancia en relación con la sociedad; por ejemplo, ser un abogado y trabajar para una empresa reconocida es a menudo una fuente de orgullo, mientras que ser la persona encargada de la limpieza a menudo tiene el efecto opuesto. Dadas estas divisiones crueles que el ser humano trata de rastrear, si alguien con estudios universitarios se ve obligado a realizar una tarea considerada de baja categoría, es probable que sienta profunda humillación e intente ocultarla.
Los actos que denigran públicamente las creencias de un individuo también se consideran como humillaciones. La religión es a menudo uno de los objetivos más comunes del ridículo y el desprecio, especialmente cuando su práctica incluye el uso de ropa y accesorios privados.
Lo serio para generar este sentimiento, son las consecuencias que pueden provocar, a corto o largo plazo. Sin embargo, hay otras emociones que pueden estar en el mismo nivel que la humillación.
Estudios realizados revelan que la ira y la vergüenza pueden ser uno de los actos después de ser humillados. La frustración también puede ser otra de las experiencias más desagradables.
Sin embargo, no todo es negativo. Lo que más valoran los seres humanos es estar en relaciones que generan felicidad. Esta es una de las emociones más valoradas por las personas, donde incluso los riesgos de ataques cardíacos se pueden prevenir.
Sea feliz. Vive tu vida. Vivir en sociedad es complicado, tienes que enfrentar situaciones difíciles. Estar con otras personas puede traer experiencias desagradables. Pero lo más importante es saber cómo manejarlos y no permitir que la negatividad oprima los momentos felices.