Imperio Bizantino

Se llamaba Imperio Bizantino o Bizancio a la zona oriental del dividido Imperio Romano, que existió desde el siglo IV hasta principios del renacimiento. Se ubicaba en el mediterráneo oriental y, pesar de las grandes e importantes pérdidas de territorio por las constantes guerras, se mantuvo como una de las potencias militares y económicas para Europa y Oriente próximo. Hacia el siglo XII, después de reconquistar su ya gastado poderío, el Imperio entró en agonía, durante el desarrollo de las guerras otomano-bizantinas; finalmente cayó con la toma de Constantinopla y gran parte de sus tierras, por parte de los turcos.

En los últimos momentos del Imperio Romano, el emperador Teodosio decidió dividirlo para sus dos hijos: Arcadio y Honorio, siendo así, el Imperio Romano Oriental y el Imperio Romano Occidental. La zona occidental, debido a las constantes rebeliones militares (incitadas por la búsqueda del poder), estaba rodeada de pobreza y una mala administración política; según diversos historiadores, ésta sufrió fuertemente la crisis del siglo III. Sin embargo, mientras esta se encontraba en constante decadencia, la zona oriental se mantenía fuerte, con una alta renta per cápita, además de una buena administración política y militar. Después de la desaparición del Imperio Romano de Occidente, hacia el año 476, los historiadores empiezan a referirse al Imperio de Oriente como “Imperio Bizantino”, nombre proveniente de “Bizancio”, después llamada Constantinopla, capital de aquellas tierras.
Mientras estuvo en pie, el Imperio Bizantino influenció el sistema político y las costumbres imperantes en gran parte de Europa y Oriente Medio, estableciendo una moneda que circulase a través de todo el Mediterráneo y manteniendo el cristianismo como la religión más influyente del viejo continente. En el año 620 sustituyó el latín por el griego como su idioma administrativo oficial, además de cambiar el título del gobernante de “augusto” por “basileus” (“rey” o “emperador”, en griego). De igual forma, se estableció como uno de los Estados comerciantes más importantes. A pesar de esto, este vio su final cuando los turcos, después de largas batallas en contra del imperio, se hicieron con el control sobre Constantinopla y demás territorios de Bizancio.