Incauto

La palabra incauta, originada en el latín incauto «es una que carece de precaución, que proviene del verbo latino» cavere «, es decir, el que toma precauciones, es cuidadoso y cauto. El incauto es descuidado y, por lo tanto, puede ser engañado. Cuando alguien es ilícito, el desprevenido en general es el más propenso a ello, porque cree en la buena fe de las personas, es crédulo, quizás porque es una buena persona, que no haría daño a los demás.

De origen etimológico en la palabra latina incautus, el término incauto tiene dos significados según el diccionario de la Real Academia Española (RAE). El primer significado se refiere a quien carece de precaución: cuidado, precaución.
El desprevenido no es perspicaz, cae en las trampas más absurdas y comete errores tan graves que no puede excusarse en su ingenuidad para evitar las consecuencias de sus acciones negligentes.
Muchos propagandistas engañosos tienden a atrapar a los desprevenidos, vendiendo productos que se presentan como milagrosos, siendo todo mentira. Los falsos profetas, los denominados adictos a la muerte, las campañas para ayudar a las personas enfermas que no existen, son solo algunos ejemplos que los pícaros usan, para aprovechar el ingenio de los incautos y quitarles su dinero y sus ilusiones.
Si bien es bueno confiar en la gente, es aconsejable tomar ciertas precauciones, porque no vivimos en un reino del mal, sino en un paraíso. «La insensatez es la herencia de los incautos», dice un proverbio. El desprevenido también se puede utilizar para calificar a un sujeto crédulo o inexperto. Quien es incauto, por lo tanto, no tiene vivacidad, maldad o malicia.