Industria

Los umbrales del término se remontan al latín industria y se relaciona con el conjunto de actividades que se llevan a cabo con la intención de elaborar, transformar o trasladar artículos de origen natural.
Esta palabra también hace mención al proceso mediante el cual se asientan estructuras dedicadas a las citadas funciones, así como al grupo de fábricas que pertenecen al mismo ámbito o están establecidas en la misma zona, como pasa con la industria automotriz, por referir un ejemplo.
En ese orden de ideas, de la misma manera que la agricultura significó un importante avance en la evolución y mejoramiento de la calidad de vida del ser humano, al tiempo que dio comienzo a la intervención de los recursos naturales para cubrir los requerimientos del hombre, la industria rápidamente pasó a ser desde el siglo XIX, con base en el desarrollo de la tecnología, en el fundamento del progreso económico de los pueblos.
Por otro lado, las naciones industrializadas son aquellas que poseen fábricas y disponibilidad técnica para cristalizar la generación en masa de productos de consumo masivo, por lo tanto generan riquezas que refuerzan su economía, mientras los que viven únicamente de la agricultura, por ejemplo, mantienen un sistema económico estancado, susceptible del constante endeudamiento para la adquisición en mercados extranjeros de los artículos que satisfacen las necesidades de sus pobladores.
Sin embargo, se debe resaltar que el capital necesario para invertir en el desarrollo industrial provino, en los albores de la industria, precisamente de la actividad agrícola; o sea, el dinero producido en el campo fue el utilizado para la creación de industrias que masificaran la producción que, a la postre, abarataron costos y generaron una importante cantidad de empleos que mejoran también la economía familiar.