Influenza

La influenza comúnmente conocida como gripe o gripa, es una enfermedad respiratoria viral la cual su intensidad o gravedad puede variar entre estacional o contagiosa. Esta ha causado epidemias entre los humanos desde la antigüedad. La influenza se define entonces como una enfermedad infecciosa, aguda y contagiosa, producida por un virus que afecta principalmente las vías respiratorias ocasionando una sensación de malestar en todo el cuerpo.

En general subsiste durante una semana, con síntomas caracterizados por fiebre elevada, dolores de garganta, cabeza, musculares, decaimiento, tos seca y secreción nasal.
La personas que padecen el virus se recuperan en un periodo que va desde un dos días hasta un poco menos de dos semanas, pero algunas desarrollarán complicaciones como consecuencia del virus. Una amplia variedad de dificultades pueden deberse a una infección por la gripe o influenza desarrollada en las vías respiratorias superiores (fosas nasales, garganta) y en las vías respiratorias inferiores (pulmones).
La influenza es diferente al resfrío. Por lo general, la influenza comienza de repente. Las personas contagiadas con la influenza pueden presentar los siguientes síntomas:

  • Fiebre con escalofríos.
  • Tos.
  • Dolor de garganta.
  • Mucosidad nasal o nariz tapada.
  • Dolores musculares y corporales.
  • Dolor de cabeza.
  • Fatiga (cansancio).
  • Algunas personas pueden tener vómitos y diarrea, aunque esto es más común en los niños que en los adultos.

Para su prevención es de vital importancia aplicar vacuna anualmente contra el virus, pero de igual manera es fundamental aplicar hábitos para evitar gérmenes contaminantes como por ejemplo:

  • Evitar el contacto directo con personas que estén enfermas. Si usted se encuentra enfermo o sospecha de padecerla, mantenga la distancia con otras personas así evita contagio.
  • Si es posible, permanezca en su hogar, evite hacer diligencias o trámites ir a la escuela o universidad cuando esté enfermo.
  • Cúbrase la boca y la nariz con un pañuelo al toser o estornudar de esta manera se evitará la propagación del virus en familiares cercanos.
  • Lavar las manos con frecuencia lo ayudará a protegerse contra los gérmenes. Si no hay agua y jabón, use un limpiador de manos a base de alcohol. o lo llamado antibacterial.
  • Impedir el contacto con los ojos nariz y boca; ya que los gérmenes a menudo se diseminan cuando una persona toca algo que está contaminado con gérmenes y luego se toca los ojos, la nariz o la boca.
  • Limpiar y desinfectar las superficies de contacto más comunes en el hogar, en el trabajo o en la escuela, especialmente cuando alguien está enfermo.
  • En general, practicar hábitos de salud.