Insulina

La insulina es una hormona que realiza una actividad crucial en el proceso metabólico y es desarrollada por el páncreas. Es esencial para el uso de la energía de los alimentos que ingresa a nuestro organismo, ya que permite que la valiosa glucosa ingrese a las células del cuerpo. De esta manera, suministra la energía necesaria para las diferentes actividades que el cuerpo debe ejecutar, desde pensar hasta caminar.

La insulina es una enzima de cadena de péptidos hormonales; en cada molécula de insulina se encuentran hasta 51 aminoácidos. A pesar de las diferencias entre las especies, tanto la insulina bovina como la porcina tienen una gran similitud en su estructura con la humana.
La insulina tiene funciones variadas y complejas. Por ejemplo, permite que las células hepáticas y musculares tomen glucógeno para almacenarlo. Por todos los medios trabaja para evitar que se use la grasa mantenida o retenida en las células; Ya que cuando se carece de ella, el cuerpo busca autodefensa y empieza a tomar células de grasa para conseguir la energía necesaria.
La insulina juega un papel muy importante en cualquier actividad del cuerpo humano. Desde comer, beber café hasta tomar una ducha, tienen una relación intrínseca con la insulina.
La insulina, es sintetizada en grandes de células beta en el páncreas, tiene la misión principal de regular los niveles de glucosa en sangre. La insulina en nuestro cuerpo tiene repercusiones como el sabor de los alimentos, la visión y el aumento de las concentraciones sanguíneas para alimentar otras moléculas de energía, entre muchas más. La falta total de insulina puede provocar un coma diabético y la muerte, ya que el cuerpo no puede mantener sus propios requisitos de energía.
Los análogos de insulina se desarrollaron porque las insulinas humanas tienen limitaciones cuando se inyectan debajo de la piel. En altas concentraciones, como en una botella de ampollas o un cartucho, la insulina humana (y también los animales) se unen. Esta aglutinación provoca una absorción lenta e impredecible del tejido subcutáneo y una duración de acción dependiente de la dosis (es decir, a mayor dosis, mayor efecto o duración).
La insulina ha estado disponible desde 1925. Inicialmente se extraía del páncreas de carne de res y cerdo. A principios de la década de 1980, la tecnología para producir insulina humana sintéticamente estaba disponible. La insulina humana sintética reemplazó la insulina de ternera y de cerdo en los EEUU y ahora, los análogos de insulina están reemplazando a la insulina humana.