Invocación

La palabra invocación en términos generales significa una llamada, una petición, la cual puede variar dependiendo del contexto en donde sea aplicada. Por ejemplo es común que sea empleada en el ámbito religioso, en donde se define como un método mágico o místico, en donde la persona reclama la presencia de un ser que no está en este mundo, por ejemplo se invocan a los ángeles para la protección de la familia.

De igual manera y continuando en el ámbito religioso, la invocación también sirve para llamar a espíritus o entes demoníacos. Para la iglesia cristiana la invocación a espíritus es prohibido ya que aquel que lo haga se condenará en las tinieblas. No obstante la invocación a Dios si es aceptada y se realiza a través de la oración del “Padre Nuestro”.
Por lo general, la mayoría de las religiones oraciones o himnos de invocación, tal es el caso del hinduismo y el budismo que utiliza los “mantras”, los egipcios usan el “libro de los muertos”, etc. Lo que quiere decir que las oraciones son opciones similares a una invocación.
En la vida cotidiana y en el ámbito público, el término invocación también se utiliza para realizar llamados a fuerzas políticas y sociales a fin de que se les brinde ayuda para la resolución de un problema en especial o para realizar algún acto en masas.
En el plano jurídico, de igual manera, se usa este término, cuando se invoca a un artículo o norma constitucional, como medio para beneficiarse de sus propiedades. Por ejemplo: un sujeto puede invocar el artículo “x” de la constitución de su país, para cobijarse a su derecho de no declarar.