Jet Lag

Conocido en la medicina como un trastorno del sueño temporal, el Jet Lag se caracteriza por un desorden o desubicación entre el reloj biológico del organismo y la hora del día en que se encuentra la persona. Es decir, hay un conflicto entre el tiempo interno y externo. También se lo conoce como el síndrome de las zonas horarias, el desorden del jet lag, la descompensación del tiempo o la arritmia circadiana.

El retraso aún afecta de manera especial los tiempos de descanso. Es decir, la persona experimenta una sensación de insomnio y de no poder conciliar el sueño a la hora programada. De esta manera, la persona experimenta la incomodidad de no poder descansar adecuadamente para ir a trabajar al día siguiente. De esta manera, la falta de descanso también puede producir cambios de humor repentinos e incluso enojo. Esta falta de coincidencia con el ritmo del tiempo también se muestra en las comidas habituales cuando la persona puede tener falta de apetito.
El tiempo de duración del jet lag puede variar dependiendo de la persona, pero es habitual que tarde entre tres o cuatro días, de tardar más tiempo de lo común es imprescindible ir al médico para recibir algún tipo de medicamento basado en armodafinil.
El jet lag puede causar fatiga diurna, incomodidad, dificultad para mantenerse alerta y problemas gastrointestinales. A pesar de ser temporal este puede afectar significativamente los planes de una persona, un viaje de negocios y hasta unas vacaciones.
Este desequilibrio, también conocido como síndrome de las zonas horarias o arritmia circadiana, se manifiesta cuando cruzamos varios meridianos. Sucede porque nuestro ritmo biológico (ritmo circadiano) lleva tiempo adaptarse al nuevo horario impuesto por el país de destino. Luego de ser afectado por la jet lag, la persona puede sentir cansancio y mucho sueño durante el día, e incluso no poder conciliar el sueño en la noche, entre otras. El principal es la cantidad de zonas horarias que superamos hasta que llegamos a otro país. Cuanto más cruzamos, mayores son los síntomas que sufrimos. Expertos en la materia exponen que para desarrollar las secuelas de este, debe transcurrir al menos dos horas de haber reaccionado, mientras que otros extienden este período a cuatro horas.