Jurisdicción

La jurisdicción es un atributo que implica poder, imperio y poder. Por eso, quien tiene jurisdicción tiene el poder de imponer su voluntad a otros. En ese sentido, es el estado mismo el que lo confiere y que, a su vez, tiene múltiples atribuciones tendientes a la satisfacción de las necesidades de la comunidad.

Este es un término con diferentes significados y matices. Sin embargo, hay una idea general de esto, ya que se trata de la actividad de los tribunales de justicia cuyo objetivo es la resolución de conflictos entre ciudadanos de manera imparcial e independiente. Aunque a menudo se habla de jurisdicción como sinónimo de competencia, ambas palabras tienen diferentes significados.
La competencia es el conjunto de cuestiones que se le asignan a un juez, y en esos asuntos tiene jurisdicción o capacidad de juzgar. Reiteramos que con precisión y en base a su etimología, jurisdicción significa aplicar al Poder Judicial una ley ya promulgada, en el ejercicio de la función legislativa, que se ejerce a través de la iuris datio.
El concepto de jurisdicción voluntaria se aplica en los casos en los que no hay demanda, pero hay una petición a un juez para que se pronuncie sobre algunas situaciones (la tutela de una persona con discapacidad mental, un conflicto previsible entre un inquilino que no lo hace). Pagar por su casa y el dueño de ella o una pareja que vive en una situación de convivencia).
Entonces podemos decir que la jurisdicción es el Poder que el estado como un todo tiene para resolver conflictos particulares a través de la imposición de la Ley y la Ley. Ese poder se confía a un organismo estatal, el Judicial. No solo en usos legales, sino también en lenguaje coloquial, el concepto bajo estudio usualmente tiene diferentes significados. Esto significa que los diferentes grados de dificultad implicados en la identificación de la esencia de la jurisdicción en el ámbito jurídico deben agregarse al hecho de que tiene un uso diversificado en el lenguaje popular, tanto que sin un mensaje preciso, el emisor y el receptor pueden tener un diálogo incomprensible con la misma palabra.