Ku Klux Klan

También conocidos simplemente como “the klan”, el Ku Klux Klan (KKK) nace como una ideología muy estructurada en el año 1865. Se creó por seis veteranos del Ejército Confederado, gracias a su descontento con los resultados de la Guerra de la Secesión que tuvo lugar en Estados Unidos. Presentándose a sí mismos como una oposición al Partido Republicano y resistiéndose al proyecto de “Reconstrucción Negra”.

El KKK se oponía a la integración social e igualitaria de los esclavos negros, quienes habían sido liberados recientemente y otros grupos (no blancos) de la sociedad estadounidense, mayormente agrupados al sur del país.
Eran vistos como un grupo de esclavistas y racistas, pues basados en una hipótesis religiosa proveniente de los masones y el cristianismo, alegaban que Dios consideraba a las personas de piel blanca “puras y dignas de la salvación”.
Transgiversando los ideales de dichas religiones, los miembros del KKK justificaban sus acciones de rechazo hacia las personas de piel oscura. Alegaban que el universo estaba como compuesto por «mundos de luz» (asociados a la raza blanca) y «mundos de oscuridad» (asociados a todas las razas no blancas).
Asimismo, expresaban que si dicha raza había nacido esclava, debían vivir y morir como tal, limitando de cualquier derecho y libertad a las personas que contaban con el color de piel oscura.
Persiguiendo ese pensamiento y buscando que la supremacía de su raza prevaleciera, Ku Klux Klan recurrió a la violencia y métodos de intimidación como el maltrato, golpizas, secuestros, hasta asesinatos y torturas, para oprimir a sus víctimas.
Para todas sus acciones existía un significado otorgado, por supuesto, por ellos mismos, que hacía respuesta a “un mandato de Dios”. En cuanto a su apariencia, vestían túnicas con capuchas blancas para “mantener el anonimato de quien hacer una buena obra” y una cruz que mostraba su fe en un Dios que amaba a la raza blanca.
De este movimiento surgió un segundo klan, quienes glorifican a los primeros y mantuvieron los principios religiosos, con su creencia de que ser raza blanca significaba supremacía. Éstos sumaron al atropello contra la raza negra, la persecución de católicos y judíos, con particular semejanza a la ideología nazi.
A estas comunidades de víctimas, sumaron a los homosexuales, comunistas e inmigrantes, por considerarlos una amenaza para la nación.
En pocos años se convirtieron en una fuerza política al sur del país y contó con varios diputados y senadores. Para la década de 1920 alcanzó su máximo número de simpatizantes, pues el 15% de la población estadounidense formaba parte de sus filas, con una estimación de seis millones de afiliados a la organización.
A pesar de que diferentes gobiernos norteamericanos han luchado por disipar las filas del KKK, en la actualidad éstos prevalecen. Se expandieron a 14 países y según datos del FBI existen entre 30.000 y 70.000 simpatizantes sólo en Estados Unidos, de los cuales 6.000 son activos radicales, ubicados mayormente al sur del país.
Algunas de sus costumbres han variado, conservan la vestimenta y la jerarquía dentro de su organización. Cuando Obama tomó la posesión de su primer mandato, el vocero del KKK se mostró indignado ante los resultados de las elecciones presidenciales, alegando que era un error, del cual deberían estar arrepentidos.
Por su parte, el Mago Imperial del Klan, Ron Edwards, rechazó a los blancos que votaron por Obama: «En el futuro, tendrán lo que se merecen».