Conocido en biología como un proceso de desarrollo animal, que ya ha abandonado su huevo y se puede alimentar a sí mismo, pero aún no ha desarrollado la forma y organización que caracteriza a los adultos de su especie. Se puede decir, por lo tanto, que las larvas son etapas juveniles de la especie con desarrollo indirecto. Es posible diferenciar las larvas de los adultos por su fisiología y anatomía.
Larva es un término propio de la biología. Específicamente, indica la fase intermedia en la metamorfosis de algunos animales, de tal manera que la larva se encuentra entre la etapa de huevo y la etapa de adulto. Tomando en consideración que este proceso de cambio animal puede afectar a varias especies como los sapos, las mariposa, las moscas o las polillas.
En algunos casos, las larvas se identifican con un nombre diferente al de los especímenes adultos, como los renacuajos (larvas de ranas y sapos) o las orugas (larvas de mariposas).
Las larvas pueden vivir en un ambiente muy diferente ocupado por el hábitat de los animales adultos. Las larvas de los mosquitos son acuáticas y tienen branquias, mientras que los mosquitos adultos viven en un sistema de aire y tienen una tráquea. El desarrollo de cambio a larva adulta es llamado metamorfosis. Es un proceso complejo que requiere una reorganización interna y externa. A menudo, la larva ingiere sus propios tejidos y los nuevos órganos forman actividades durante una fase de descanso en un refugio. Tomemos, por ejemplo, el caso de la seda gusano, que desarrolla la metamorfosis en los filamentos de la seda que produce ella misma.
Como en todos los animales, la principal diferencia entre el espécimen joven (larva) y el espécimen adulto es el desarrollo de las gónadas (órganos reproductivos que producen los gametos).
Debe notarse que la metamorfosis comienza con la etapa de huevo, en la que la larva se alimenta de las proteínas que componen su huevo. Por lo tanto, en una primera etapa, el embrión de la mariposa permanece en este estado hasta el momento en que la larva se come el huevo que lo protegió. A continuación, la larva adquiere la forma de un gusano y se conoce como oruga y durante este período la larva crece y se alimenta al mismo tiempo que su cuerpo se transforma lentamente y se convierte en crisálida y, por lo tanto, ya está completamente formada. Finalmente, el individuo abandona la crisálida y se convierte en mariposa.