Libre Albedrío

El libre albedrío es la capacidad de cada individuo para tomar sus propias decisiones. Hay debates sobre hasta qué punto las personas deben entender esta libre voluntad. Hay dos puntos de vista; el compatibilismo y el libertarismo. La voluntad de la persona no se limita a sus pecados y si el individuo puede aceptar o elegir a Dios libremente.

Una persona con experiencias, es considerado popularmente una individuo maduro, y este es totalmente responsable de sus acciones (éxitos y errores). La responsabilidad y la toma de decisiones es totalmente personal e intransferible. Desde el punto de vista del compatibilismo, la persona solo puede elegir lo que su naturaleza le permitirá elegir: el pecado o la regeneración. Por lo tanto, se usan versículos como los siguientes para demostrar que, por ejemplo, el no creyente no puede elegir a Dios por su propia voluntad:
Romanos 3: 10-12: «Como está escrito: No hay justo, ni aun uno, 11 No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios, 12 Todos se han apartado, Uno se ha vuelto inútil, No hay quien haga el bien, ni siquiera uno «(Lea, Romanos 6: 14-20).
Según la Biblia, Dios le dio al hombre la facultad de actuar como lo deseaba, independientemente de si sus decisiones eran buenas o malas. En este sentido, abundan los pasajes bíblicos que apuntan a la libertad de los hombres para elegir el camino que deben tomar: si es el correcto, que es desde el punto de vista de la doctrina cristiana el de Dios, o el incorrecto, lo que significa desviarse de Dios
Ser responsable de las decisiones que se toman es un acto personal y libre del ser humano, además de las consecuencias que estos actos pueden conllevar a lo largo del tiempo. Hay personas que con el tiempo lamentan no haber tenido el coraje de tomar una decisión determinada en el pasado. La libertad del ser humano no significa que la persona pueda lograr todo lo que se propone. La persona solo tiene influencia en aquellos aspectos que están directamente bajo su ámbito de acción. Por lo tanto, para un uso efectivo de la libertad, también es importante diferenciar entre lo que depende de uno mismo y lo que no.