Se denomina madera a la parte más sólida y fibrosa de los árboles y que se ubica justo debajo de su cáscara. Cabe destacar que, la madera se caracteriza por la diversa maleabilidad que dispone, la cual se verá afectada por la dirección de deformación que presente, así como sus condiciones variarán en función al tipo de árbol del que provenga y las características climáticas del lugar en el que creció el árbol del cual ha sido extraída.
Con respecto a su composición, la madera se encuentra compuesta por diferentes elementos como el carbono, el hidrógeno, el oxígeno y el nitrógeno, entre otros.
Aunque la madera es un material que cuenta con una alta resistencia a los daños biológicos, existen diferentes orgnaismos que se aprovechan de las riquezas de ésta para obtener distintos beneficios, lo que termina por alterar la estructura de la misma, entre los organismos que se pueden mencionar, se encuentran los hongos, las bacteria y los insectos.
La madera es usada en diferentes ámbitos y para diferentes fines una vez que se seca y se corta de la raíz del árbol al que pertenece, entre los usos más comunes se encuentra: la fabricación del papel, partiendo de la madera convertida en pasta; se usa como leña para encender fogatas durante campamentos o en las cabañas de los bosques; para la construcción de las (ya nombradas) cabañas, así como los muebles que se colocarán en las mismas; y en siglos pasados, se usaba la madre para la elaboración de los medios de transporte, como el caso de los carruajes y las canoas o barcos.