Mensaje de Texto

Los mensajes de texto (también conocidos como SMS o servicio de mensajes cortos) son mensajes que tienen características como brevedad y envío fácil.

Como dice el acrónimo, la idea principal de los mensajes de texto, a diferencia de lo que puede suceder con los mensajes que se transmiten en una llamada, es que son breves, es decir, unas pocas líneas. En estos mensajes, las cosas que son más inmediatas, urgentes o breves se comunican porque a veces la persona no puede hablar en todas las situaciones o tal vez no es fácil ponerse en contacto con el otro.
Desarrollado a mediados de la década de 1980, el SMS original permitía crear mensajes entre 140 y 160 caracteres de siete bits. Con el tiempo, el servicio comenzó a incluir otras opciones, como la capacidad de agregar contenido más allá del texto o unir diferentes mensajes para extender la longitud.
La popularidad de SMS y teléfonos celulares también impulsó el desarrollo de una nueva forma de publicidad: las empresas envían sus promociones y ofertas a través de este tipo de mensajes.
En la actualidad, el concepto de mensaje está fuertemente vinculado a los programas de mensajería instantánea y servicios de correo electrónico y, como ambas opciones están disponibles en dispositivos móviles, este tipo de comunicación se lleva a cabo varias veces al día en la vida de una persona normal. A través de aplicaciones como WhatsApp, Twitter, Facebook, Gmail y Outlook, por ejemplo, la gente envía y recibe mensajes constantemente, donde quiera que estén, y la posibilidad de chatear en todo momento con amigos y conocidos de todo el mundo puede convertirse en una adicción saludable.
Esto nos lleva a pensar que no siempre hay un mensaje en los mensajes que se envían diariamente, y esta incoherencia conlleva un pobre aprendizaje de la lengua que, más tarde, inevitablemente repercute en el habla cotidiana. Desde el envío masivo, miles de profesores de todo el mundo lamentan el creciente desinterés de sus estudiantes por la ortografía y la gramática (y, por qué no, la semántica); la tilde es una cosa del pasado, los signos de interrogación y exclamación sólo se escriben al final de las oraciones y el resto de los signos de puntuación se han vuelto prácticamente opcionales.