Narcotráfico es una palabra compuesta por dos términos: Narco, que deriva de narcóticos (sustancias estupefacientes) y tráfico, que hace referencia a la comercialización de algo.
Visto de ese modo, se puede deducir que el narcotráfico se conceptualiza como el comercio de drogas ilegales en cantidades considerables.
Ese proceso, por demás ilícito en todas sus fases, se inicia con el cultivo de las plantas que le dan origen a las sustancias, posteriormente se produce la droga y para finalizar se distribuye y vende en diferentes mercados, de carácter nacional e internacional.
Los últimos pasos de la cadena por lo general se atribuyen a carteles que se forman precisamente para ubicar las plazas en las que serán distribuidos los narcóticos y de diseñar los planes para lograr ese objetivo, sin ser detectados por las autoridades.
De hecho, existen grupos inmersos en ese mundo que poseen conexiones con varios países y pueden alcanzar tanto poder que no tienen nada que envidiarle a gobierno alguno, ya que quienes los conforman disponen de armamento de alto calibre y los cabecillas cuentan con recursos financieros suficientes como para asegurar la prosecución del negocio.
El mismo hecho de ser ilegales es lo que les ofrece a las drogas sus elevados precios, tomando en cuenta que su producción y traslado de un sitio a otro implica el uso de importantes recursos, el pago de personal y a la final el producto se torna escaso para satisfacer una demanda en crecimiento, por lo que sus consumidores no escatiman en gastos a la hora de adquirir la sustancia a la que se han vuelto adictos, razón que pone en evidencia que este tipo de comercio lleva implícito un gran riesgo, pero también es muy lucrativo, aunque en sus faenas destruyan la salud física y mental de millones de personas dependientes de sustancias cuyos efectos en el organismo son de carácter irreversibles.