Narración

Narratĭo es el vocablo latín que le da origen a la palabra narración y es una palabra que tiene tantas utilidades como posibles definiciones.
Lo primero que puede decirse sobre narración es que el término se refiere a la acción y efecto del verbo narrar, por lo que se infiere que se trata de contar o hacer referencia a una historia que no necesariamente debe ser real, si no que también pudiese ser producto de la imaginación de su autor.

Por otro lado, también cabe definir a una narración como una novela o un cuento, en cuyo caso el escritor hace uso de sus recursos literarios para darle vida a personajes cuyas experiencias se entrelazan en escenas que buscan cautivar al lector.
Mientras que en el plano de la retórica, la narración ocupa uno de los tres lugares que componen un discurso y, por lo tanto, reseña realidades que ayudan a explicar una situación determinada y permiten que el orador pueda alcanzar sus objetivos frente al público.
En términos generales, es viable afirmar que una narración debe, por lo menos, contar con un personaje, quien será el encargado de darle forma a la trama con cada una de sus experiencias. Ese actor podría ser el mismo relator de la historia, no obstante, de no ser así, la narración no pierde su esencia, ni las características que la definen como tal.
Es de hacer notar que las narraciones cortas, como ocurre en el caso de los cuentos, poseen una estructura a base de argumentos, en la que está contenida una introducción, gracias a la cual el lector conoce el propósito de la narración, un nudo fundamentado en el conflicto principal de la historia y la solución de ese conflicto, conocida como el desenlace.